“You fight…fight for us all.”
La fe es algo poderoso, algo que puede ocasionar un cambio radical en la forma de pensar y actuar de las personas. Es también la forma en que muchos seres humanos encuentran la manera de reunirse por una causa en común, una que puede ir más allá de las razones terrenales. La fe puede unir a las personas y convencerlas de actuar por un beneficio mayor, algo que los haga libres.
Nate Parker dirige, escribe, produce y protagoniza The Birth of a Nation, cinta basada en la historia real de Nat Turner (Nate Parker) un esclavo que desde niño sabía que su destino era hacer grandes cosas. Cuando era niño aprendió a leer y gracias a una de sus dueñas pudo acceder a un libro: la Biblia.
Nat creció rodeado de “privilegios” gracias a su habilidad de leer, aprendió de memoria cada versículo del único libro que tenía permitido estudiar y comprendió el significado de las palabras que desfilaban por sus ojos. Una vez integrado a sus labores como hombre esclavo (trabajar en un cultivo de algodón) Nat se dedicó también a predicar el evangelio con sus compañeros esclavos, les brindaba confianza y esperanza de que un día todo sería mejor para ellos.
Samuel Turner (Armie Hammer) es el propietario de Nat y, a comparación de otros, no es «tan» mala persona (excepto cuando se encuentra en estado de ebriedad), el reverendo le hace ver que las habilidades de su esclavo predicador pueden ser de gran interés para otros dueños que intentan mantener la calma con sus subordinados. Samuel y Nat emprenden un sinfín de viajes a diferentes plantíos y granjas para que el último predicara a “los de su clase” y los mantuviera con a raya. Es en estos viajes que Nat descubre las injusticias del mundo ¿Cómo el Dios al que tanto le reza puede ser tan cruel para tolerar el trato inhumano que viven los esclavos día con día?
The Birth of Nation muestra el conflicto racial que se vivía (o se vive) actualmente en Estados Unidos, la esclavitud ha sido siempre la piedra en el zapato de nuestro vecino del norte y se encargan de flagelarse por sus pecados un par de veces al año en la industria cinematográfica, misma que ha sido fuertemente criticada por su falta de diversidad. Las intenciones de la cinta están claras desde la elección del nombre de la misma, que se alejan totalmente de la película de Griffith en 1915 y que por supuesto no es ningún tipo de homenaje a dicho filme.
Parker construye lentamente su relato, nos sumerge de lleno en las tradiciones y en las vidas de todos aquellos seres anónimos que eran usados por otras personas para su placer y beneficio. Las imágenes llenas de angustia y desesperanza inundan cada secuencia, la violencia física y emocional es la protagonista directa que no nos permite sentir indiferencia, no nos permite voltear los ojos, no por morbo sino por indignación.
Aja Naomi King interpreta a Cherry, la esposa de Nat, y su interpretación es sin duda la más destacada de la cinta. Es capaz de transmitir el miedo que siente su personaje en cada momento, lo vulnerable que es, pero también deja escapar la ternura y el amor, emociones que pueden crecer aún en el hostil de los ambientes.
Nate Parker entrega una actuación igual de convincente que la de King, sobre todo en el tercer acto de la cinta. Vemos en su rostro la indignación y la furia que siente, pero al mismo tiempo sentimos la impotencia de su personaje al sentirse inútil ante los actos más brutales y despiadados que suceden ante sus ojos.
En su papel de director, Parker, muestra habilidad para articular las imágenes, sin embargo el material escrito con el que trabaja no posee la calidad esperada. El relato es bastante irregular, la atención no se mantiene, sobre todo en las primeros dos actos de The Birth of a Nation, sin embargo la larga espera da frutos en la esperada y anticipada batalla que se nos ha prometido desde los primeros minutos.
El tercer acto es explosivo, conocemos el desenlace, pero ese no es motivo para que perdamos el interés. Las secuencias de la pelea están coreografiadas con gran dinamismo y ritmo, son sin duda lo más espectacular de ver de la película.
The Birth of a Nation no logra mostrar la conexión entre los protagonistas de una manera eficaz, sin embargo la conexión de Nat con Dios es mostrada de manera intensa, su evolución es constante y palpable a lo largo de la película. La fe y la relación que tiene con los ser humanos como eje impulsor a la acción es un protagonista oculto, cuya presencia es punzante y detonadora.
Nate Parker no logra entregar una cinta canónica sobre un tema trascendental en la cultura estadounidense, las comparaciones con sus predecesoras serán inminentes, saltan a la vista con muchos detalles que comparten. Desafortunadamente un poderoso relato queda enterrado en el olvido, pues al terminar la película la impresión de ya haber visto varias veces lo que acabamos de presenciar es evidente.