“Give me the tiniest thing…come on!”
Perder a un ser querido es una de las experiencias más dolorosas que podemos vivir como seres humanos, los vínculos que compartíamos con esa persona no desaparecen pero pierden, en un sentido físico, cierta conexión. El sentimiento de vacío en nuestras vidas no desaparecerá nunca, solamente debemos aprender (poco a poco) a vivir sin ese alguien, aunque sea lo más difícil que hayamos hecho…se debe de seguir adelante.
El espectacular Olivier Assayas dirige Personal Shopper una cinta que nos lleva a seguir los pasos de Maureen (Kristen Stewart), una joven americana que vive temporalmente en Paris mientras espera que su hermano gemelo (que falleció 95 días antes) le envíe una señal de que está bien o simplemente de que hay algo más allá para poder seguir adelante.
Mientras busca la señal Maureen trabaja como compradora personal de una celebridad, sus días se pasan en viajar a diferentes tiendas para elegir vestidos, zapatos y accesorios, hablar con su novio por Skype o interactuar con su cuñada sobre las formas en que su hermano se haya podido contactar. Es evidente que Maureen no la pasa nada bien y que se ha atascado en la forma en que lidia con su duelo, sus habilidades como médium le permiten percibir entidades a su alrededor pero ¿cómo saber que se trata de su hermano?
Assayas tiene un estilo muy particular y la forma en que se (nos) acerca a su cinta es mucho más experimental que tradicional. Personal Shopper tiene al menos cuatro líneas distintas que, en otras circunstancias, pudieron haber sido el eje central de una sola película, pero el director las toma todas para realizar un híbrido que nos lleva a un viaje introspectivo y aterrador; construye un thriller en el que las emociones afloran de manera natural con lo sobrenatural.
Conocemos todos los detalles de la protagonista en sus diferentes facetas, cada recorrido e interacción constituye una pieza del rompecabezas que nos permitirá adentrarnos más en el sentir de Maureen, Personal Shopper va mucho más allá de una clásica historia de espíritus, nos adentra en las necesidades emocionales de un ser humano mientras enfrenta a sus propios fantasmas.
Durante el segundo acto de la cinta Maureen será acosada, vía mensajes de texto, por un desconocido, no sabemos la identidad del sujeto o siquiera si está vivo, pero desde el momento en que sus solicitudes son respondidas un juego de gatos y ratones comienza. La tentación que sugiere probar lo prohibido, lo desconocido, es lo que construye una creciente tensión en una persecución en la que la víctima realmente busca ser atrapada.
Personal Shopper abre muchas puertas que no siempre llevan a una conclusión o a un cierre tradicional, simplemente culminan con un fundido para quedar relegadas al olvido, pero siempre dejan huella, dejan un vestigio imborrable que funciona para comprender el todo al que nos enfrentamos.
Kristen Stewart es el alma de Personal Shopper la actriz se entrega completamente, al que posiblemente sea, su papel más complejo a la fecha. Ver a la actriz moverse en las diversas situaciones en las que se encuentra y la forma en que lidia con ellas es un verdadero deleite. Stewart comprende la complejidad de las circunstancias que vive Maureen y las vive junto a ella, sus momentos de duda y de agonía quedan plasmados en su rostro y en sus múltiples tics y manías; en su voz resuena la eterna pena en la que se ha sumergido y de la que no encuentra salida. La actriz logra empalmar todo el dolor de su personaje con una sensualidad desbordante que, junto al imponente y hermoso vestuario, cautivan todos los sentidos. Los tiempos de Twilight han quedado en el pasado, Kristen Stewart ha ido evolucionando a pasos agigantados en los últimos años y Personal Shopper supone el highlight de su carrera.
Olivier Assayas continúa siendo una de las voces más interesantes en el panorama fílmico, el director realiza una aproximación peculiar a varios temas que convergen de manera magistral en la necesidad de contacto de una persona para poder dejar ir, para poder continuar. La forma en que combina elementos de distintos géneros para beneficio de su película es una arriesgada decisión que entrega los mejores resultados posibles, la cinta aborda temas paranormales con una naturalidad que deja helado al que la vea; la experiencia en la que nos sumerge Assayas es simplemente sobrenatural.
Personal Shopper se aleja de los terrenos conocidos para explorar lo desconocido. Nadie sabe que hay después de la muerte, pero sabemos muy bien lo que nos espera a los que continuamos en el viaje y Assayas explora el duelo y la necesidad de seguir adelante de una forma única; la sensación de saber que a quien ya no volveremos a ver se encuentra bien nos sobrepasa, todos de alguna forma buscamos una clase de contacto o señal que nos permita seguir adelante, que nos permita lentamente sanar.