“Pequeña Muerte is back, bitches.”
En 2013 James DeMonaco abrió una nueva franquicia cinematográfica con The Purge la premisa de la cinta era sencilla pero innovadora: todo crimen, incluyendo el asesinato, sería legal por 12 horas con la finalidad de purgar el mal y bajar los índices delictivos en los Estados Unidos. En la película de 2013 la trama se centra en cómo una familia sobrevive, o no, la tan temida noche; un año más tarde la segunda entrega llegaría bajo el título The Purge: Anarchy que llevaría el desastre a la ciudad e involucraría a más personas en la masacre.
En un año tan crucial para E.U. llega la tercera entrega de la franquicia, The Purge: Election Year y es sin duda la que mejores cimientos tiene de la trilogía y ofrece un panorama bastante esperanzador para los siguientes títulos que puedan venir. ¿Qué es lo que hace diferente a Election Year de sus antecesoras? En definitiva la respuesta apunta al crecimiento de DeMonaco como director y a un mejor diseño de personajes, en especial de los secundarios ya que en las primeras cintas eran un relleno, un cascarón sin fondo o estructura fija, eran simplemente vacas esperando entrar al matadero, pero en el tercer filme eso cambia por completo.
The Purge: Election Year centrará su historia en la Senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell) que en su juventud perdió a su familia, en un brutal asesinato, a causa de la noche de la purga. Charlie ahora se encuentra en la carrera por la presidencia de Estados Unidos y amenaza con cancelar la noche del delito y destrucción de una vez por todas, dicha acción no tiene muy contentos a los Nuevos Padres Fundadores de la Nación y tratarán de eliminarla a toda costa en el evento que ella tanto ansía destruir.
La senadora no estará desprotegida del todo pues contará con la ayuda de Leo Barnes (el favorito de la franquicia Frank Grillo) que la intentará ayudar a sobrevivir la noche. Con una historia paralela, que se entrelazará con la principal, veremos a Joe (Mykelti Williamson) dueño de una pequeña tienda que perderá su seguro contra robos horas antes del fatídico evento, junto a él estarán Marcos (Joseph Julian Soria) su empleado mexicano y Laney “Pequeña Muerte” (Betty Gabriel) una exmatona reformada.
Los peligros se encuentran a la orden del día mientras los protagonistas huyen de los Padres Fundadores y las secuencias de persecución son mucho más limpias que las vistas en Anarchy, comprendemos lo que sucede, pero también sentimos la desorientación y desesperación de los personajes mientras buscan un lugar que puede funcionar como refugio.
Los nuevos agresores son más trastornados, sus rostros son más perturbadores y reclaman sangre por derecho. Un grupo de chicas adolescentes amenazan la seguridad de la tienda de Joe y su entrada a la escena es canónica: un auto, forrado con luces, brilla intensamente y se mueve sin control por la calle, se detiene y con Party in the U.S.A. de fondo las pasajeras bajan, sus disfraces de colegialas, vestidos al más puro quince años style y botargas se encuentran bañados en sangre, las señoritas están listas para la fiesta y no son las personas con las que te gustaría bailar.
El personaje de Grillo sigue siendo el mejor trabajado y esperamos seguir viendo más de él en futuras entregas. El trabajo del personaje de Marcos es sin duda un plus para los mexicanos y sella su participación diciendo que en Ciudad Juárez todos los días se viven como las 12 horas de la purga. El nuevo highlight en The Purge es Laney, al más puro estilo de badass Sasha (The Walking Dead) nos hace querer ver más de Pequeña Muerte en acción.
Es un hecho que The Purge: Election Year no vislumbraba en su realización el caos de las elecciones estadounidenses pero lo aprovechó para tomar impulso. Election Year es la mejor adición a una franquicia por la que no se apostaba mucho y brilla porque sabe muy bien el tipo de cinta que es y mejor aún, ahora conoce sus fortalezas y limitantes lo que le abre un mundo de posibilidades para seguir adelante.