“You’re a tourist in your own youth.”
Adicciones ¿Qué son las adicciones? Inmediatamente nuestra cabeza vuela a pensar en un sinfín de drogas que el mundo nos dice amenazan con destruir nuestras vidas, pero olvidamos que también podemos generar dependencia de muchas otras cosas, que ante los ojos de la sociedad son aceptadas, y que pueden acabar consumiéndonos de maneras mucho más horribles que las primeras.
T2 Trainspotting nos lleva a rencontrarnos con los junkies que hicieron historia hace 21 años, seguramente después del final de Trainspotting nadie auguraba un futuro feliz para ninguno de los jóvenes, vaya algunos ni siquiera se podían imaginar un futuro inmediato para varios de ellos, pero para nuestra sorpresa todos están de regreso para continuar viviendo la gran resaca que les dejó su juventud.
Danny Boyle vuelve a la silla de director para dirigir una secuela, que si bien no era necesaria, era bastante esperada por muchos y es que sobra decir que la cinta del 96 ha sido clave en la historia del cine y que ha definido a toda una generación. Las expectativas eran altas, tal vez demasiado, y al ver al cast original compartir de nuevo la pantalla bajo la dirección de Boyle sabemos inmediatamente que nos internaremos en un agitado viaje del que no saldremos ilesos.
Renton (Ewan McGregor) regresa dos décadas después a su lugar de origen para reencontrarse con sus amigos, a quienes les robo dinero, para intentar enmendar las cosas, pronto descubriremos que es eso lo que menos le preocupa a Renton, cuya imagen denota que ha alcanzado cierto tipo de estabilidad, pero las imágenes siempre son engañosas.
T2 Trainspotting comienza de una manera magistral, casi poética, ya que se recrea el icónico inicio de su predecesora pero con algunas adaptaciones, Renton sigue corriendo aceleradamente, pero ahora lo hace sobre una caminadora eléctrica, el primer golpe de realidad llega con la caída del protagonista del aparato, desde el primer momento se nos deja en claro que el recorrido que está por iniciar no será fácil y que se encontrará lleno de recuerdos gratos y otros no tanto.
Choose life se convirtió en el lema que le daba sentido al mundo de Spud (Ewen Bremner), Sick Boy (Jonny Lee Miller), Begbie (Robert Carlyle) y Renton, pero parece que no han logrado llevar de la mejor manera esas palabras a la práctica, sus vidas se encuentran al borde del abismo, el mundo ha cambiado y bastante, pero ellos siguen siendo los mismos, ellos se han convertido en la constante que ya no encaja en la ecuación.
Boyle decide jugar con la nostalgia e integra secuencias del pasado en la realidad de sus personajes, los escenarios las evocan, la sensación que sentimos como espectadores es la misma que viven los protagonistas, el director les ha creado una burbuja atemporal que les permite seguir reviviendo sus aventuras de la juventud eternamente, pero al mismo tiempo los hace conscientes del hecho y les hace preguntarse ¿hasta cuándo será suficiente? ¿Cuándo llegarán las consecuencias de sus actos (si es que no han llegado ya)?
Es imposible vivir en el pasado, pero a quién no le gustaría hacerlo. Vivir de los recuerdos, vivir eternamente en un sueño en el que los días eran más sencillos, desafortunadamente es imposible y cuanto más los recordamos más conscientes somos que también eran imperfectos. Estás de visita en tu propia juventud le dice Sick Boy a Renton y sus palabras van más allá, encierran una verdad que nadie se atreve a pronunciar.
El estilo agitado de Boyle y la estética que lo ha definido y que se consolidó con la historia que hoy vuelve a visitar le queda como anillo al dedo a T2 y la beneficia en todo momento; todo se mueve rápidamente a nuestro alrededor, el mundo se encuentra en una trepidante caída, la desesperanza y la desesperación reinan, hay caos por doquier y nosotros estamos al centro de todo.
Los cuatro protagonistas realizan un trabajo sensacional, han evolucionado junto con sus personajes y abrazan las carencias que cada uno tiene, logran mostrar de manera dinámica y divertida un escenario obscuro y decadente. El mundo los ha rechazado, pues ellos también lo hicieron antes, pero ahora ellos no imponen las reglas y no les queda más que aceptar las consecuencias.
¿Cómo termina la historia? Parece ser la pregunta clave, es la interrogante que se encuentra en la cabeza de los protagonistas, pero que no se atreven a decir en voz alta, Boyle les da el poder y les deja el tintero en la mano, ellos ahora son los responsables de forjar su futuro, de encontrar la respuesta, se les ha brindado una oportunidad queda averiguar lo que sigue…la traición.
T2 Trainspotting es un puñetazo de realidad en la cara, nos adentra en un nuevo abismo del que es difícil salir, huir no es la opción. La cinta apela a la nostalgia y esa es su principal virtud, añora al pasado y le rinde tributo de una manera espectacular, nos recuerda lo duro del presente y lo incierto del futuro. Es una resaca que no termina y que se llama vida, es un eterno dolor de cabeza del que no hay escapatoria, elegir vivir no es fácil y lo aprendemos de la peor manera, pero es justo ahí donde radica su encanto.