“Such a shame we have to tell all those little white lies.”
La ley de la supervivencia, el reinado del más fuerte y la condición dominante de las especies es lo que rige nuestro mundo. Claramente dependemos de un ser más débil para poder asegurar nuestra existencia; para los humanos se ha convertido en un frenético juego de caza para conseguir alimento, acabando con especies por su desmedido consumo, las prácticas que se utilizan para acabar con la vida de nuestra comida no es siempre la más placentera para aquellos que pierden la vida.
Bong Joon Ho es un director cuya mirada innovadora y discurso explícito y demandante le ha dado al cine coreano un nuevo giro. Con su llegada al idioma inglés en 2014 con la fabulosa Snowpiercer, fuimos testigos que el presupuesto hollywoodense se estaba empleando de una manera más que adecuada en proyectos que no hubieran visto la luz con facilidad.
Okja es el más reciente filme de Joon Ho y cuenta la historia de Mija (Seo-Hyun Ahn) una pequeña niña que hará hasta lo imposible por impedir que su mejor amiga Okja (un súper cerdo, con rasgos de hipopótamo y manatí) sea convertido en alimento por una poderosa compañía multinacional que fue la misma que lo creó.
La cinta es simplemente enternecedora, la relación entre la pequeña niña y su gran mascota mejor amigo se encuentra construida de una manera tal que recuerda a los grandes clásicos de dicho vínculo, siendo E.T. el que seguramente salta más a la mente, y es que el director añade un toque de sensibilidad único con el que te enganchas desde que conoces a sus protagonistas. Además Okja, cuenta con el toque de aventura y emoción que nos permite pasar el mejor de los ratos en sus momentos más decisivos.
La película comienza con un prólogo fabuloso, ubicado en 2007, en el que Lucy Mirando (Tilda Swinton) nos cuenta con despampanantes gráficos e imágenes, que solamente se comparan con la exageración que transpira todo el personaje, la necesidad de crear una alternativa ecológica para obtener alimentos, la respuesta a la demanda son sus nuevos súper cerdos, que OBVIAMENTE son criados de manera natural y sin maltrato alguno. El descaro es total y es precisamente por eso que funciona.
Diez años más tarde nos situamos en presente alterno, en el que la hora de recoger los frutos del trabajo realizado ha llegado. Antes de que Okja sea separada de Mija veremos cerca de media hora en la que conoceremos el poderoso vículo que las une, filmado con una elegancia magistral y exquisitas tomas que un verdadero eye candy.
El trabajo de CGI que se utilizó para crear a la criatura es soberbio, la organicidad con la que se integra al resto del mundo que vemos es asombrosa, no solamente es visualmente deleitante, sino que su inclusión es tan natural que los sonidos que produce para comunicarse, los movimientos que hace y el ruido que genera su andar se encuentra perfectamente sincronizado con las imágenes y con la misma física de Okja.
Un cast de ensueño se encarga de engalanar la pantalla con un derroche de talento. Tilda Swinton encuentra, nuevamente, un toque divertidamente malvado a un personaje despreciable, Paul Dano se luce a lo grande con un papel que parecen haberle hecho a la medida y Jake Gyllenhaal ofrece un giro de locura delirante con el que roba cámara cada vez que sale a cuadro.
Okja cuenta con un diseño sonoro maravilloso que cuida con detenimiento cada detalle y movimiento del mundo que filma, una vez que comienzas a ver la cinta te sumerges de inmediato en otra realidad por lo natural que se vuelve. Además la inclusión de piezas musicales se hace con un ritmo y una precisión perfecta, se emplean para enaltecer las secuencias y brindar un valor emocional mayor al que se hubiera logrado sin ella. Annie’s Song de John Denver suena de fondo y el slow motion entra en acción para dar vida a una secuencia poderosa, inclusive poética.
Joon Ho se luce a lo grande con una historia que es desgarradora, las intenciones políticas del director son palpables, cada secuencia tiene una intencionalidad y cada palabra que se dice se encuentra llena de significado. Joon Ho tiene una agenda muy bien establecida que se conjuga brillantemente con la fantasía y aventura de su historia. Es una película políticamente poderosa y al mismo tiempo altamente entretenida.
Como es de esperarse la cinta del director ofrece pequeñas victorias, pero no definitivas. La cinta brilla por su realismo, el cinismo que muestran sus personajes es el mismo que podemos encontrar todos los días en las noticias, la situación que denuncia es vigente, Okja es jodidamente real y eso es lo deprimente, en nuestro día a día tampoco hay triunfos totales, solamente felicidades parciales. Okja celebra e invita a la lucha, a la resistencia, a que todos busquen la justicia que se merece, para que uniendo esfuerzos se logre un verdadero cambio.