“How do you see yourself?”
Crecer es uno de los momentos más complejos en la vida de una persona, todos los cambios por los que se atraviesan suponen un proceso de crisis y descubrimiento en el que la identidad se va forjando poco a poco. A lo largo de este viaje todos conocemos facetas de nosotros mismos que permanecían ocultas, esperando el momento exacto para salir a luz, muchas veces estas son sorpresivas y reveladoras.
Grave (Voraz) nos presenta a Justine (el Divino Marqués no es accidental) (Garance Marillier) una chica que esta por entrar a la universidad a estudiar veterinaria como hicieron sus padres y como lo hace actualmente su hermana mayor Alexia (Ella Rumpf). Justine es vegetariana y le es bastante fiel a sus principios, se verá corrompida con la iniciación estilo Carrie de su facultad en la que descubrirá (¿spoiler?) su gusto por la carne cruda, todo tipo de carne.
Julia Ducournau dirige y escribe una cinta de horror que seguramente te dejará con dolor de estómago. Grave es inventiva y refrescante, el hecho de que una mujer sea la encargada de llevar la batuta del proyecto sobre dos hermanas cambia totalmente el panorama. La visión femenina es sin duda el elemento que más sorprende y se agradece de todo lo que sucede en la película.
Justine se convertirá en el underdog desde el comienzo, su viaje no es para nada sencillo, atraviesa cambios importantes en su vida y carece de una guía que le enseñe a vivir. Después de haber sido forzada a comer carne cruda en su iniciación su malestar mental es solamente equiparable con el físico que se nos muestra, una serie de ronchas y erupciones han aparecido en todo su cuerpo indicándole que algo está mal, que algo está cambiando.
La escuela a la que asiste parece ser un espacio libre de toda regla y exento de extraños foráneos, solamente aquellos que sobrevivan a la semana de iniciación podrán pertenecer al grupo de depredadores a los que pronto llamarán colegas. No se observa ningún otro estudiante que no sea de esa facultad que parece, en muchos momentos, estar totalmente abandonada. Los profesores que llegan a tener pequeñas apariciones saben que los primeros días de los alumnos de nuevo ingreso estarán llenos de crueldad e intensos castigos, pero parece no importarles demasiado, están solos en esto.
La ópera prima de Ducournau la coloca en una posición privilegiada, pocos directores logran realizar una cinta que transpira confianza por todos lados, evidentemente la película tiene baches narrativos que pudieron ser pulidos, pero Grave es un primer trabajo que te deja satisfecho.
Una vez que superas el parecido de Garance Marillier con Maisie Williams (Arya Stark en GOT) se puede apreciar su interpretación que va de lo ingenuo a lo salvaje de una manera aterradoramente orgánica. Su contraparte/cómplice corre a cargo de Ella Rumpf y logra entregar un personaje intenso con agitados impulsos que serán siempre la perdición de Justine. La relación de las hermanas es fundamental en la historia, aparte de ser un relato sobre crecer lo es también sobre la hermandad y la química que ambas actrices aportan hace que la cinta se desarrolle de manera soberbia.
La sangre, los desmembramientos y las cicatrices fueron producidos con inmenso cuidado dotando a cada imagen de una cruda realidad que sin duda puede afectar a los más sensibles, Grave no es la cinta que te hará salir de la sala a vomitar, sino aquella que a pesar de no querer ver te imposibilita voltear la mirada.
Una vez que un animal salvaje prueba la carne humana es imposible evitar que la quiera de nuevo y es justamente esa premisa la que atormenta a Justine, todo el ambiente que la rodea hace referencia a la bestialidad y a l instinto animal, pero en su cabeza sabe que lo que ella quiere no está bien, sus pensamientos solamente deben quedarse como deseos reprimidos por temor a no poder controlarse.
Grave no solamente cumple con la parte de horror gore sino también con el fondo. Nos sumerge en un estado de angustia que muchas veces supera la parte visual, el desenfreno que se muestra es estrambótico y la banda sonora se acopla a los flashazos de las desmesuradas reuniones a las que asisten los jóvenes. Grave es ambiciosa, es verdaderamente voraz, no solamente aterra sino que perturba los sentidos con una sola mordida.