El Festival Internacional de Cine de Morelia celebró sus quince años con una edición espectacular y aquí te contamos cuales fueron las mejores cintas que se exhibieron en esta gran celebración del séptimo arte.
Loveless (Andrey Zvyagintsev, 2017)
Andrey Zvyaginstev es el director ruso más influyente en la actualidad, sus cintas evocan a los maestros que lo precedieron. La belleza y austeridad de las imágenes nos llenan de desolación ante las más crudas e intensas historias. Loveless comienza y culmina de una forma hipnótica, casi poética que nos adentra desde el primer cuadro a la devastación que veremos las siguientes horas.
Con elegancia y de una manera naturalista conoceremos la historia de un matrimonio que está en proceso de divorcio, su hijo es el menor de sus problemas y ocupaciones hasta que desaparece misteriosamente. Un thriller que acongoja el corazón y que imposibilita la respiración, el terror no solamente es causado por la incertidumbre, sin que las acciones de las personas en pantalla son más gélidas que el clima al que se enfrentan.
Loveless es lo que promete con su título, nos sentimos desahuciados a cada minuto. Son pocas las cintas que logran transgredir nuestro espacio personal y nuestras emociones de esa manera, pero Zvyaginstev se ha convertido en todo un maestro para lograrlo.
Good Time (Ben Safdie & Joshua Safdie, 2017)
Los hermanos Safdie ya han demostrado ser unas de las mentes más brillantes e innovadoras del cine independiente norteamericano y su más reciente cinta Good Time solamente lo recalca todavía más.
La relación de dos hermanos se encuentra en el centro de un montón de situaciones absurdas que solamente empeoran a cada momento. Los directores comienzan con un ritmo explosivo que no se detiene nunca, todo se acelera a pasos agigantados y se asegura de que la emoción de la pantalla se transmita directamente a las butacas.
Good Time le hace honor a su nombre, no recuerdo haber pasado así de bien en el cine en mucho tiempo. Robert Pattinson se lleva (una vez más) las palmas, el actor sigue demostrando que es uno (tal vez el mejor) de los mejores actores de su generación y nos brinda la mejor actuación que ha hecho. Los Safdie parecen no errar en su carrera y nosotros no podemos estar más agradecidos por ello.
Happy End (Michael Haneke, 2017)
Pocos directores tienen el prestigio y talento que posee Michael Haneke, las crudas e irónicas historias que el director propone atacan directamente a la sociedad, a nuestros valores y demás cosas que se puedan imaginar de una manera inventiva y única.
En Happy End las generaciones se contraponen, lo viejo y lo nuevo convergen con un mismo deseo. Evidentemente el título de la cinta no hace alusión al final feliz que tenemos en mente siempre, uno de cuentos de hadas, pero sin duda sí se enfoca en la búsqueda de un cierre de ciclos.
El director nos ofrece una serie de personajes hanekianos por excelencia que desfilan en la pantalla, siendo el de Isabelle Huppert el más emblemático (a pesar de su breve participación). Pero no solamente descubrimos que los seres que viven en la pantalla responden a un patrón del director, sino que también descubrimos que hay un Haneke Cinematic Multiverse siendo esta la cereza del pastel de una experiencia densa e inmersiva del sentido de la vida.
Wonder Wheel (Woody Allen, 2017)
Cada año llega nuestra tradicional cinta de Woody Allen y la pregunta siempre es la misma ¿Es un buen Allen o un mal Allen? En mi opinión hasta los malos Allens suelen ser bastante entretenidos y mejores que muchas cosas con las que comparten cartelera. Pero déjenme decirles que Wonder Wheel es un maravilloso Allen.
Las historias del director neoyorkino suelen estar plagadas de nostalgia y melancolía y su nueva cinta no es la excepción, pero tal vez aquí la devastación es mayor que en sus trabajos anteriores, los personajes están rotos y su tristeza se contrapone con tremendos y hermosos escenarios que hacen lucir todavía más su decadencia. El filme cuenta con un trabajo de cinefotografía impecable, la iluminación y la paleta de color nos transporta a otro tiempo, uno en el que es fácil perderse en el intenso azul de los ojos de Timberlake.
La verdadera estrella de Wonder Wheel es Kate Winslet, es por todos conocido el amplio talento de la actriz y hace uso de cada gramo de él en esta cinta. Es difícil decir si es o no su mejor trabajo, pero sin duda se encuentra entre los más intensos y espectaculares que nos ha regalado.
Sinvivir (Anais Pareto Onghena, 2017)
Uno de los trabajos en la competencia oficial que más destacó fue Sinvivir, cinta que nos presenta a dos amigos que deben cuidar a un tercero que intentó suicidarse. A través de la estancia que los tres comparten atestiguaremos las realidades y rutinas de cada uno de ellos vive.
Un montaje minimalista nos encierra en la prisión en la que se encuentran cautivos, cada uno por distintas razones. La experiencia se torna personal y nos cuestiona sobre la atención y tiempo que brindamos y vivimos con aquellos con los que compartimos vida ¿Qué tanto de sus adentros conocemos realmente?
Los tres protagonistas destacan por su impecable labor, su trabajo nos mantiene atentos a una historia que se cuece a fuego lento, pero que abre viejas heridas y ejerce presión sobre ellas, odio al pasado y temor al futuro son las cosas que nos impiden terminar una barca y zarpar en las profundas aguas del mar.
Loving Vincent (Dorota Kobiela & Hugh Welchman, 2017)
Hay cientos de trabajos y técnicas de animación que se nos presentan año con año, pero ninguno ha logrado ser tan único y especial como Loving Vincent, una cinta que fue pintada a mano por más de 100 artistas que dan vida a una maravillosa y enternecedora historia.
A través de la travesía para entregar una carta a su correcto destinatario conoceremos parte de la vida de una de las figuras más emblemáticas del mundo del arte: Vincent van Gogh.
Cada fotograma es literalmente un cuadro que es digno de admirarse con la mayor dedicación posible, las transiciones serán familiares para todos aquellos familiarizados con el pintor y aumentarán la emoción que se genera al estar frente a un espectáculo único.
Las imágenes van acompañadas de un score supremo, realizado por el siempre genial Clint Mansell, que se empata de manera única con las sensaciones y sentimientos que la pintura y la narrativa van despertando en el espectador. La experiencia de ver la cinta es única y bella, estamos frente a una obra de arte que te gustaría admirar por siempre.
The Square (Ruben Ostlund, 2017)
La gran ganadora del Festival de Cannes de este año fue The Square, su peculiar e irónico encanto la hacen un deleite audiovisual que, a pesar de su larga duración, se disfruta de principio a fin.
Ostlund nos hace parte del equipo de curaduría de un museo y acompañamos al director en su intenso viaje para promocionar su próxima exhibición. El trayecto es intenso y divertido, las situaciones que observamos son inimaginables, cuando crees haber capatado el hilo que se sigue ocurre algo inaudito que te puede hacer estallar en carcajadas o dejarte con la mejor cara de WTF que puedas hacer.
Humanidad, sociedad, repugnancia y arte convergen en la cinta de una manera turbia, pero divertida en una experiencia que no será fácil de olvidar.
Professor Marston & the Wonder Women (Angela Robinson, 2017)
Hay películas que te sorprenden de una manera brutal de la nada y Professor Marston & the Wonder Women es una de ellas. La historia del creador de la mujer maravilla y las personas y formas que la inspiraron es de otro mundo y dejará atónitos a todos aquellos que la desconocen.
Tras el éxito de Wonder Woman de hace unos meses esta cinta llega como anillo al dedo y toma todas las decisiones correctas para ser un gran filme que todo el público puede disfrutar. El primer gran acierto es, por supuesto, que la dirección corrió a cargo de una mujer, Angela Robinson brinda un toque y visión femenina a una historia que demanda ser contada de esa forma, vaya es un relato de mujeres maravilla en toda la extensión de la palabra y de un hombre que las admira con toda su alma.
Luke Evans y Bella Heathcote brindan actuaciones geniales, pero es Rebecca Hall quien se lleva las palmas al final. El guión no deja de fascinarnos en cada momento y cuando presenciamos el nacimiento de uno de los personajes ficticios más importantes de la historia la piel se eriza.
Un Beau Soleil Intérieur (Claire Denis, 2017)
El romantisismo francés es básico en su cinematografía y Calire Denis tomó al pie de la letra el concepto de dicha corriente para su cinta Un Beau Soleil Intérieur que nos cuenta la vida y desgracias amorosas que una mujer sufre al intentar encontrar el amor verdadero en un mundo lleno encuentros casuales.
El problema no es la inmediatez de la casualidad sino el concepto tan puro e inmediato de amor que tiene la protagonista. El enamoramiento y el desamor son su pan nuestro de cada día y aceptémoslo todos hemos estado ahí y es esa justamente la mayor virtud de la película, su personaje central es alguien con quien se puede empatizar de una manera muy fácil.
No basta con tener un protagonista bien escrito, hay que tener al actor correcto para interpretar el papel y Denis no pudo hacer mejor elección al poner al centro de la historia a la única e inigualable Juliette Binoche. Nos enfrentamos a una cinta totalmente de actriz, Binoche fue libre de hacer lo que fuera y su interpretación es fabulosa. Uno se ríe, llora y se desespera al ver las aventuras que tiene, pero bueno a fin de cuentas así es el amor.
Call Me By Your Name (Luca Guadagnino, 2017)
En 2007 André Aciman creó una de las novelas más hermosas que he tenido la oportunidad de leer y es muy grato decir que su adaptación cinematográfica te transporta de una manera hermosamente mágica a las palabras del autor y que también debe quedar inmortalizada para el resto de la eternidad.
Call Me By Your Name es una de las más intensas historias de amor que se hayan creado, sin necesidad de grandes trucos e intensos problemas se teje una trama llena de matices y sutilezas que alegran el corazón, pero que al mismo tiempo nos llevan por un camino que sabemos de antemano nos dejará destrozados.
Guadagnino realiza uno de los trabajos de dirección más elegantes de los últimos tiempos, aborda con delicadeza el relato y abraza con ternura cada detalle. La tremenda adaptación no hubiera sido posible sin un cast ideal y Timothée Chalamet y Armie Harper son simplemente perfectos, comprenden y muestran la esencia de sus personajes de manera natural y eso es lo que más se agradece.
Call Me By Your Name es un clásico instantáneo, sin lugar a dudas una de las mejores películas del S. XXI.