“You think you can fuck us?”
Los vecinos y las colonias muchas veces no aparentan ser lo que son realmente, un sinfín de secretos se esconden tras las cercas perfectas de algunos vecindarios y tras las amenas sonrisas que aquellos que comparten calle cruzan al decirse buen día por la mañana, muy poco sabemos de la gente que vive a nuestro alrededor y muy poco nos importa a veces, pero lo que en realidad sabemos con certeza es que compartimos mucho más con ellos de lo que nos gustaría aceptar.
Bienvenidos a Suburbicon, un paraíso social en el que gente de todos los lugares de Estados Unidos vive en paz y armonía dentro de una pequeña ciudad utópica. Son los años cincuentas y un lugar así parece la gloria, hasta que unas personas un tanto diferentes llegan a vivir a un lugar que prometía igualdad y equidad entre sus habitantes, pero ciertamente no para todos.
George Clooney nos presenta su escenario a través de lo que pareciera ser un infomercial barato, las sonrisas abundan y la cordialidad es el pan nuestro de cada día, el hechizo se rompe cuando un cartero descubre que una mujer afroamericana y su familia son propietarios de la nueva casa del vecindario y por su puesto eso no puede ser posible, no en Suburbicon.
Suburbicon se dividirá desde el comienzo en dos líneas narrativas caóticas y violentas que se encuentras separadas únicamente por una pequeña cerca blanca. La primera se centra en la familia de Gardner (Matt Damon) quienes han sufrido un terrible asalto que acabó con la vida de uno de los integrantes de la familia (uno que aparentemente fue fácil de sustituir), pero siempre hay mucho más que se esconde a la vista y es justamente eso lo que tendremos que descubrir a lo largo del filme. La segunda nos mostrará los terribles actos de violencia racial a los que son sometidos los nuevos ciudadanos.
El guión de Suburbicon fue realizado por los hermanos Coen y podemos apreciar en todo el filme como sus personajes característicos y temas constantes aparecen a lo largo de los cuadros, si bien no es su mejor trabajo en el papel, la acidez que los caracteriza se encuentra presente y eleva la calidad de esta comedia negra.
Por su parte George Clooney no aporta nada novedoso a su filme, se limita únicamente a seguir las indicaciones que obtuvo al pie de la letra, lo que vuelve a su cinta plana y predecible. En cuestiones de diseño de producción Suburbicon llama la atención por los intensos colores pastel que llenan cada cuadro y el score del siempre correcto Alexandre Desplat que asienta el tono de la película.
Matt Damon se luce con el papel protagónico, el semblante de su personaje cambia radicalmente en todo momento y el actor lleva el peso de la cinta de principio a fin. Julianne Moore sorprende con su papel dual, si bien sus personajes se encuentran mal desarrollados la actriz siempre es capaz de sacar lo mejor de ellos. Quizás la parte más disfrutable del filme es la breve participación de Oscar Isaac, nos ofrece los mejores momentos de Suburbicon y hubiéramos deseado tener más de él.
Suburbicon es tan fallida como la sociedad que representa, se queda observando tras la cerca, divide e ironiza, pero no profundiza. La suave mano del director se queda corta ante las que empuñaron la pluma y eso hace que el la cinta se encuentre sumamente desbalanceada.