«We will always dance together in our perpetual now.»
Manteniéndose fiel a sus orígenes, el Festival Internacional de Cine de Morelia, se engalana año con año ofreciendo una nutrida y diversa mirada al panorama del cortometraje mexicano. Este año su competencia de ficción, animación y documental cuenta con 60 títulos diferentes que dan cuenta de múltiples realidades de nuestro país y que son testimonio de talentosas voces que encuentran, en este formato audiovisual, la forma de hacer escuchar su voz y contar sus historias, mismas que nosotros podemos volver propias.
Cada uno de los cortometrajes tiene atributos muy loables que harán que distintas audiencias conecten mejor con sus discursos. Aquí hablaremos de aquellos que fueron nuestros favoritos y que no nos cansamos de ver una y otra vez.
Como parte del programa de cortometrajes de ficción, Santiago Zermeño, quien forma parte del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), presenta su cortometraje Agua. Filmado en 16mm, Agua, tiene en su centro un secreto, uno que carcome con cada mirada, con cada voz ajena, uno que mata por dentro. Se plasma en la pantalla la ansiedad y la desesperación de una persona que se sabe descubierta y que se enfrenta a la homofobia sabiendo sus consecuencias. Se trata de un relato desolador narrado de una forma brillante.
Julián Hernández no solamente compite en la sección de largometraje de ficción, sino que también participa con su cortometraje El día comenzó ayer, el cual supone uno de sus relatos más tiernos y sentidos. Sencillo y representando sin prejuicios y de manera puntual realidades que pocas veces logran tener visibilidad en la pantalla como lo es el VIH. Con una voz cercana y un discurso por demás esperanzador. Este tipo de narrativas son urgentes, pues son fundamentales para eliminar estigmas y comenzar el diálogo sobre temas de los cuales todavía se prefiere mantener en silencio.
También en la selección de ficción se encuentra Los últimos recuerdos de Abril de Nancy Cruz. Este cortometraje cuenta con una gran composición visual e interpretaciones sólidas por parte de sus protagonistas. Se trata de un encuentro fugaz de verano, uno que es tierno, inocente y doloroso como el primer amor. Juega con el poder de los recuerdos y la forma en que viven con nosotros y nos acompañan por siempre. De igual forma, Roberto Fiesco, presenta su corto Wheels donde hace uso de su magistral habilidad para hacer sentir al espectador un nivel alto de intimidad con sus personajes. Es un relato sencillo, pero encantador que, a pesar de no verse cercano geográficamente, se siente familiar.
La selección de cortometrajes de animación siempre es un deleite. En esta ocasión uno de nuestros favoritos es Our Perpetual Now de Jorge Aguilar Rojo. Con una animación sencilla, pero muy bien cuidada, decide confiar en el poder de su historia y ésta te asegura dejarte con el corazón roto. A través de sus imágenes nos muestra la construcción de un espacio que habita en la memoria y el recuerdo para visitar siempre a aquellos que amas con un resultado emocional devastador.
Marcos Almada presenta su trabajo El desfile de los ausentes, el cual presenta un discurso potente sobre la libertad de expresión y la represión que se vive en las calles, así como de lo normalizados que están estos hechos o bien lo invisibilizados que quedan ante aquellos que deciden voltear la mirada. Todo esto contado con animales ¡como una fábula de Esopo! El resultado es desgarrador y sumamente brutal.
Esta sección presenta varios relatos de frontera y migraciones, pero sin duda, La bestia de Ram Tamez, Marlijn van Nuenen y Alfredo Gerard Kuttikatt es uno que no se deben perder. Con un Vibrante trabajo de animación y una historia desgarradora, muestra la realidad de todos aquellos que cruzan fronteras todos los días. La música es hermosa y la letra de la canción que acompaña a los protagonistas en su viaje se siente por demás cercana. Con una temática similar, Hugo Crosthwaite, presenta su cortometraje A Home for the Brave, mismo que esta construido de dibujos que se forman frente a nuestros ojos narrando una historia que deja ver las implicaciones que tiene el dejar el hogar, sus retos y lo que se deja atrás cuando se migra.
En la sección de cortometraje documental uno de los trabajos imperdibles es el de Saúl Kak y Charles Fairbanks (((((/*\))))) o también conocida como Ecos del volcán. Éste muestra a un pueblo que fue forzado a la migración. Los hechos, invisibles en su momento, forman parte de una historia local que hoy tiene voz propia en megáfonos y aquellos que han crecido escuchándola. Se trata de un verdadero acto de resistencia con un resultado verdaderamente tremendo.
Faride Schroeder nos regala uno de los relatos más hermosos en tiempos de pandemia. Oasis nos muestra una serie de nacimientos durante la cuarentena. Logra demasiada emoción en muye poco tiempo, está llena de esperanza, pero sobre todo de vida en tiempos donde todo lo que escuchamos es muerte.
Estos cortometrajes, al igual que el resto de la selección oficial, podrán ser vistos en las diversas funciones, presenciales y virtuales, en las plataformas del festival. De igual forma, una amplia selección de estos trabajos forma parte de, la ya tradicional, sección del FICM “Cortometraje en línea” en donde la audiencia vota para premiar a su trabajo favorito.