“Wouldn’t you like to be with someone while you work through your shit? Someone who understands you, someone who cares about you?”
La última vez que vimos a Patrick fue mientras se cortaba el cabello y su exnovio Richie le hacia una pregunta que marcaba una nueva etapa en su vida: Are you ready? Y así sin más, después de un final de temporada tan lleno de posibilidades la serie Looking de la cadena HBO fue cancelada. El enojo y la decepción fueron las emociones de los fanáticos tras la noticias, razón por la cual el director de la cadena televisiva decidió aprobar un cierre, a manera de película, para el programa.
So, is it good to be back? Es la línea que abre Looking: The Movie y si la respuesta estuviera en nosotros sería afirmativa acompañada por fuegos artificiales. La cinta retoma la historia de los protagonistas 9 meses después de los sucesos de la segunda temporada. Patrick (Jonathan Groff) vuelve a San Francisco (tras haberse ido a Denver después de su fatídica ruptura amorosa) para la boda de Agustín (Frankie J. Alvarez) y Eddie (Daniel Franzese), su regreso a la ciudad estará marcado de reencuentros que tienen la intención de cerrar ciclos.
Andrew Haigh dirige y escribe junto con el creador Michael Lannen el cierre de una historia que se ha enfocado en retratar de manera honesta las relaciones entre seres humanos, ya sea entre amigos o sentimentales, a través de personajes que se alejan de los estereotipos y nos acercan a un espacio común. Lejos de convertirse en un show sobre amigos gay Looking es una celebración de las dudas que supone vivir en este incierto mundo.
La cinta se centrará, como toda la serie, en la perspectiva de Patrick, razón por la cual cada momento del metraje se encuentra dirigida la resolución de su triángulo amoroso, el que mantiene con Kevin (Russell Tovey) y Richie (Raúl Castillo), pero eso no quiere decir que el resto de los chicos y chica no tengan su momento de lucirse. Dory (Lauren Weedman) continúa robándose cada escena en la que aparece con su humor y su deseo de tener un hijo gay, mientras que Dom (Murray Bartlett) es un personaje totalmente nuevo, lleno de incertidumbre y dudas sobre la dirección que quiere tomar en su vida.
Patrick es ahora un hombre más seguro, si bien todavía no sabe a dónde va o qué quiere, su rostro refleja una determinación nueva, ha perdido el miedo a todos los peligros que la realidad y el vivir el día a día representaban en su existencia. Dejar atrás todo para explorar nuevos mundos, el haber apretado un botón de reiniciado le ha permitido ser una persona más libre, le ha dado la oportunidad de decidir enfrentar viejos demonios y abrirse a nuevas experiencias, ahora puede ser quien es sin temor a nada mientras baila al ritmo de Britney Spears.
La cinta se encuentra llena de momentos enternecedores que nos acercan definitivamente al lado más humano de los chicos. Los sentimientos quedan expuestos para dejar al descubierto todos los temores pero también es el momento en el que sus ojos dicen más que sus labios. Una de las secuencias, muy al estilo Weekend, nos mostrará una conversación sincera y real que Patrick tiene con un desconocido después de haber tenido sexo sobre su situación actual, reafirmando la idea de que es más fácil abrirse con un desconocido después de estar en un estado de intimidad y vulnerabilidad elevado.
Una de las mejores secuencias que nos regala Looking: The Movie nos muestra a Dom y a Patrick recostados charlando sobre las razones que tuvieron para no estar juntos como pareja teniendo tantas cosas en común. El tema nunca fue tan recurrente en el show, pero en la película, gracias a la mística que se genera sobre el aprovechar las oportunidades y el pasado, le da un nuevo enfoque y Groof y Bartlett logran llenar la escena de un encanto peculiar, hay amor entre ellos eso es seguro, tal vez no del que están hablando sus personajes, pero el sentimiento entre ambos es fuerte, pero sobre todo real. Puntos extras para Bartlett y su imitación de Annette Bening en The Kids are all right, simplemente hilarante.
Russell Tovey es otro que logra sacar chispas con la aparición de su personaje (Kevin) el encuentro que sostiene con el protagonista es tan fuerte que las emociones traspasan la pantalla. El enojo que caracterizó siempre a Kevin se encuentra presente en su reencuentro con Patrick, pero también hay remordimiento en él, siempre supimos que si alguien en esa relación estaba dispuesto a intentar que todo funcionara era Kevin y el último beso, junto con el jugueteo con las orejas, lo dejan en claro.
Desde la primera interacción entre Patrick y Richie volvemos al enamoramiento profundo que nos regalaron en la primera temporada, aún conservan sus chistes locales y la química entre ambos es innegable. Los Goonies, los padres de ambos y el tan querido apodo “Pato” nos roban suspiros mientras caminan en las calles de San Francisco, sabemos que deben estar juntos aunque haya impedimentos inmediatos. Cada escena de Looking: The Movie nos preparaba para su último y definitivo encuentro, Patrick se encuentra sólo, rodeado de gente que baila en pareja a su alrededor y Richie lo ve del otro lado de la sala, sus ojos se encuentran y un beso es suficiente para reafirmar el compromiso que ambos están dispuestos a hacer para conocer el desenlace de su historia.
Fueron tres años buscando, ¿qué buscaban? El camino, un sentido, el amor, a sus amigos. Fue un viaje en el que estuvieron la mayor parte del tiempo perdidos, pero eso les permitió llegar al punto en el que nos vemos obligados a abandonarlos, uno con un panorama amplio y lleno de posibilidades, pero hay una gran certeza en su andar, todos están dispuestos a afrontar las dificultades del camino y arriesgarse, aunque eso signifique perder. Looking nos invita a seguir buscando, a seguir buscándonos y cuando finalmente nos hayamos encontrado a no tener miedo de expresar lo que realmente somos y a disfrutar de la vida con todas las aristas e incertidumbres que aparezcan en el ella. Es un recordatorio de que el verdadero hogar siempre estará con las personas que queremos, no importa el lugar en el que estemos.