“Tell the judge I love my wife.”
Actualmente nos enfrentamos a una serie de dilemas y prejuicios sociales sobre el matrimonio de parejas del mismo sexo, muchas personas creen que dicho acto es inmoral e inconcebible, otros lo vemos como algo natural ¿por qué dos personas que se aman no pueden acceder a los mismos derechos de los demás? Hace muchos años era impensable que una persona blanca se casara con una persona de color, incluso el acto era penado por la ley en muchos lugares. ¿Hoy pensamos igual sobre ese hecho? Evidentemente no, no nos podemos imaginar que un hombre y una mujer no puedan contraer matrimonio por el color de su piel, la idea es ridícula.
Loving es la segunda cinta del año que dirige el director Jeff Nichols se centra en la historia real de Richard Loving (Joel Edgerton) y Mildred Loving (Ruth Negga), un matrimonio interracial que vive en Virginia en 1958. En ese entonces Virginia prohibía explícitamente que dos personas que no compartieran color contrajeran nupcias o vivieran bajo el mismo techo. ¡Escándalo!
La pareja se verá forzada a abandonar la vida como la conocen con tal de defender su amor y de buscar la forma de continuar juntos a toda costa, después de que las autoridades se enteraran del gran pecado que estaban cometiendo. Ambos fueron sentenciados al exilio, no podían volver al estado JUNTOS en ningún momento.
El ritmo de Loving comienza lento, pero una vez que las piezas han sido colocadas en el tablero todo empieza a tomar el lugar que necesita. Nichols se entrega por completo a una historia indignante, que sigue vigente aunque con diferentes actores involucrados. El director muestra una evolución constante en su filmografía y Loving sin duda supone un salto de madurez impresionante en su trabajo.
A lo largo de la cinta veremos la evolución del caso Loving, que una vez exiliados se mudan a otra ciudad para formar una nueva vida, sin embargo es evidente que ambos extrañan a sus familias y al poblado en el que crecieron, en el que imaginaron su vida juntos desde que comenzaron su relación.
Nichols nos adentra en la cotidianeidad de la relación desde el comienzo, las primeras secuencias nos muestran a Richard conviviendo con la comunidad afroamericana de una manera normal, nadie menciona siquiera en ningún momento la diferencia de colores que existe entre ellos, porque comprenden que eso no es trascendente, todos son personas ahí.
Joel Edgerton realiza un papel de un hombre calmado, uno que solamente desea vivir felizmente con su esposa e hijos y hacerlos felices dándoles lo que necesiten. El actor nos muestra su determinación y compasión a través de su rostro, encarna a una persona reservada que lucha incansablemente por defender su amor, un amor puro, encantador.
Ruth Negga es un espectáculo por sí misma, la actriz verdaderamente sorprende con una de las actuaciones más enternecedoras que hemos visto en el año. Negga entrega con cada gesto emociones complejas y reales, aprovecha cada detalle que la narrativa le ofrece para hacer lucir a su personaje.
Loving es una cinta sencilla que aprovecha al máximo cada detalle, son los pequeños momentos, los pequeños rasgos los que engrandecen el largometraje de Nichols. La fotografía aprovecha instantes privilegiados para deslumbrarnos con fotogramas hermosos que perdurarán por siempre en la memoria por su gran belleza.
No veremos tediosas escenas de corte o juzgados, no seguiremos el caso público, seguiremos el caso personal, el caso del amor de una pareja y como su vida se ha visto afectada por una estúpida ley. Michael Shannon tiene un pequeño papel hacia el final de la cinta y su personaje es cautivador, es un hombre que se ha enamorado de la relación y del amor que profesan los Loving y capta, a través de su cámara momentos de pura ternura. Shannon somos nosotros observando desde fuera el gran vínculo que tienen dos personas que merecen estar juntas, tienen que estar juntas.
Loving no juega seguro, no manipula emociones (a pesar de tener la oportunidad) muestra la belleza de la naturaleza a la vez que enseña la fealdad de la humanidad, apuesta por el amor y por el sentimiento y es justamente lo que gana al final. El tiempo ha colocado a los Loving en su lugar debido y sus acusadores se han convertido en villanos, esperemos que en unos años la historia haga lo mismo con nuestra situación actual, el amor debe ganar.