“Aunt Lucy said, if we’re kind and polite the world will be right.”
Hace unos años llegó a la pantalla grande uno de los osos más adorables, Paddington, robó el corazón de miles gracias a su peculiar amabilidad y forma de vivir. Afortunadamente esa no fue la última vez que vimos al afelpado animal, pues ha regresado y no en forma de fichas.
Paddington 2 comienza contándonos la forma en la que nuestro singular protagonista fue rescatado por sus tíos, de inmediato nos trasladamos a Londres donde Paddington (Ben Whishaw) vive con su familia, los Brown, a través de una secuencia maravillosa vemos el impacto que el oso tiene en sus vecinos con simples acciones de su día a día, lo seguiremos hasta la tienda de antigüedades de Mr. Gruber (el fantástico Jim Broadbent) en la que buscará un regalo muy especial para su tía Lucy, ya que no todos los días un oso cumple 100 años y un obsequio único sería una forma genial de retribuirle a su tía todo lo que ha hecho por él, desde el primer momento tenemos una sonrisa ante la ternura que sale de la pantalla.
Paddington encuentra el regalo perfecto, un libro animado con los principales sitios de interés de Londres, lugar que su tía ha soñado con visitar y de esa forma ella podría conocerlos, desgraciadamente el artículo es muy caro, por lo que el pequeño oso deberá trabajar para conseguirlo.
Paul King vuelve a escribir y a dirigir la historia de Paddington, la sensibilidad con la que el director aborda el relato es lo que hace a la película un cuento inolvidable. King pone hincapié en las pequeñas acciones que hacen al mundo girar y la importancia que estas tienen en los que nos rodean, se trata de un mensaje universal que deber ser visto por todos en un momento en el que nuestra humanidad es cuestionada en todo momento.
La forma en la que la película fue construida es casi artesanal, cada cuadro nos sumerge en un mundo de fantasía en el que podríamos vivir sin problema alguno. El diseño de producción sorprende a cualquiera, cuando la animación toma el lugar principal no se siente ajena a la realidad, su integración es por demás orgánica.
Hay muchas secuencias cuya composición es totalmente andersoniana, la tradición del director es una clara influencia en la producción de Paddington 2, misma que se agradece infinitamente. Las aventuras del oso se irán complicando poco a poco a medida que se encuentra con los peligros que supone el mundo y el que no se trate de un relato rosa es lo que la hace verdaderamente brillar.
King ha dicho que no buscaba realizar una cinta tradicional para niños, en la que los problemas fueran resueltos por arte de magia y en la que las amenazas no fueran reales, sino todo lo contrario, el director busca mostrar a su audiencia que el mundo no es siempre un lugar feliz, pero que depende de cada uno de nosotros poder vivir de una manera armoniosa en él. Hay peligros por todos lados y no siempre habrá justicia, pero la manera en que enfrentemos estas situaciones es lo que marcará la diferencia. Es justo el tipo de cintas que necesitamos y que los más pequeños deberían estar viendo de manera obligada.
El A Team británico que encabeza el cast le suma una brutal calidad a Paddington 2, destaca la brillante participación de Hugh Grant en un papel que le queda como anillo al dedo y la siempre perfecta Sally Hawkins, quien nos recordará en varios momentos su trabajo en The Shape of Water.
La familia es sin duda el valor más importante dentro de la cinta y no se refiere únicamente a aquellos con los que compartimos sangre, sino a aquellos que nos aman incondicionalmente de la forma que somos y que harían lo que fuera por nosotros. De igual forma, el discurso toma mayor importancia al hacerle ver a la audiencia que esta bien ser quien eres sin importar las diferencias que tengamos con el resto del mundo.
El sentido de comunidad no se había sentido tan intensamente a través del celuloide, Paddington 2 apuesta a los sentimientos humanos más puros y estos responden de manera natural frente a la audiencia. El trabajo cinematográfico es impecable, pero lo que verdaderamente nos conquista es el gran corazón con el que la cinta fue realizada y es justamente ese discurso con el que chicos y grandes nos vamos de la sala.