“What we lost in the fire, we found in the ashes.”
Un pequeño pueblo en medio de la nada es sometido por un tirano que quiere sus tierras para explotarlas. Los hombres del lugar han decidido hacerle frente a su opresor pero los resultados son poco alentadores, motivo que lleva a una joven mujer a arriesgar todo lo que tienen para obtener una mejor oportunidad, la chica se embarca en la misión de contratar a un grupo de pistoleros que sean capaces de defenderlos y regresarles la tranquilidad.
Una nueva generación una nueva oportunidad de revivir un clásico con la misma fórmula e historia que han sido enmarcadas en piedra y que, gracias a eso, su efectividad es infalible por más terrible que sea el resultado final. Antoine Fuqua es el encargado de dirigir el remake de The Magnificent Seven y nos lleva con furor al viejo oeste con la intención de revivir al western, género que no ha logrado conectar del todo en el nuevo milenio y que con tropiezos se ha ido quedando enterrado en el desierto que abunda en sus historias.
Hollywood sigue con la tradición de contar lo mismo pero agregándole más explosiones y más estrellas, ¿son conscientes de las deficiencias que tiene hacer el refrito del refrito una y otra vez? Posiblemente, pero de lo que seguro tienen registro es de la cantidad de ceros que dichas cintas agregan a los bolsillos de las grandes productoras.
The Magnificent Seven es víctima de la oleada de refritos, pero con algunas excepciones. La historia es tan buena que ni una blockbusterización puede arruinarla del todo, inclusive hay secuencias por el puro gusto de la acción, el fuego y las balas que provocan genuina adrenalina.
Las tomas abiertas de la cinta son imponentes, con un grato sentido de progresión y nos otorgan una nueva visión del mundo que se extiende ante los personajes que galopan a toda velocidad por las abandonadas tierras.
Fuqua podía no parecer la mejor opción para llevar a cabo el proyecto, pues la mayoría de sus cintas carecen del principal elemento de Magnificent Seven: acción, pero es grato observar que el director ha aprendido de sus errores. Los dos enfrentamientos principales son envolventes, los cortes a las miradas, las pistolas, el silencio, todos los elementos se encuentran en su lugar para que la tensión suba de nivel y estemos listos para ser los primeros en disparar al primer sonido.
El reparto multiestelar tiene sus altas y bajas, pero lo que verdaderamente resalta es lo multdiverso del cast. Desde el comienzo el papel de la mujer y la inserción de personajes de todos colores y lenguajes dejan en claro que para que un género puede continuar siendo vigente es necesario que se parezca más al mundo con el que está hablando.
Los nuevos siete magníficos son un equipo que se ensambla con facilidad pero hay algo en ellos que nos hace creer que sus intenciones son genuinas. Si bien como equipo funcionan, individualmente los personajes carecen, en su gran mayoría, de cimientos fuertes que los hagan más relacionables. El personaje de Ethan Hawke es de los más débiles, aunque el actor hace lo que puede por mantenerlo a flote y Chris Pratt sigue actuando como Chris Pratt y desafortunadamente eso no funciona todo el tiempo.
Se esperaba mucho de la cinta, que fuera un gran éxito o que fuera un rotundo fracaso, que equivocados estábamos pues no es ninguna de las anteriores. The Magnificent Seven es una bocanada de aire fresco en el mundo del remake, no es novedoso pero logra pasar la barrera del desastre y actualiza de manera efectiva una historia que ha sido contada hasta el cansancio, es un entretenido retorno a las historias de vaqueros que alguna vez nos parecieron tan lejanas.