«You only get one life. It’s actually your duty to live it as fully as possible.»
Louisa Clark es una joven mujer que vive con su familia en un pequeño pueblo de Inglaterra y se viste de una manera extravagante. Su padre se encuentra desempleado, razón por la cual ella y su hermana trabajan para apoyar con las finanzas del hogar. Louisa es mesera en una pequeña cafetería a la que acuden personas de la tercera edad a quienes estima aparentemente, su mundo de caramelo se viene abajo cuando el establecimiento se ve forzado a cerrar y ella a buscar un nuevo empleo ¿En qué podría ser buena? No lo sabe, pero decide probar suerte siendo la cuidadora de un hombre que ha quedado cuadripléjico ¿Qué complicaciones podría tener?
Me Before You seguirá la historia de amor entre Louisa (Emilia Clarke) y Will (Sam Claflin) (su paciente/responsabilidad) dos personas que vienen de dos mundos diferentes y sus personalidades no pueden acentuarlo más. Will es un hombre guapo, adinerado, exitoso, que bien podría haber sido un James Bond pero un accidente lo ha dejado sin movimiento, mermando sus planes futuros y todo lo que conocía. Ah y por cierto (¡Spoiler!) se quiere matar.
Basada en la novela homónima de Jojo Moyes (también responsable del guión de la cinta) Yo antes de ti es una historia, al puro estilo de La Bella y la Bestia, que amenaza con romper los corazones de los asistentes y llenar sus ojos de lágrimas. Desde los melosos promocionales se anticipaba que la película romántica rebasaría el record de mayor número de clichés en pantalla o que al menos se equipararía a, la ya clásica, The Notebook.
Todas las situaciones y problemas que surgen y que pueden impedir que el romance perfecto se lleve a cabo son convenientemente eliminados por la narrativa de una manera delicada pero poco grácil y convincente, la historia quiere que la pareja se enamore y nosotros de ellos, aun sabiendo la condición y deseos de Will. El delicado y controvertido tema (eutanasia) que aborda el filme siempre se encuentra presente y latente, aunque los intentos de Louisa (y la directora: Thea Sharrock) por convencer al convaleciente hombre (y a nosotros) de que la vida puede tener un nuevo significado junto a ella son enternecedores pero no son suficientes, es cierto que ambos podrían ser muy felices y tener el final Disney al cual nos tienen tan acostumbrados, pero no es la vida que Will desea tener.
Emilia Clark (mejor conocida como: Daenerys Stormborn of House… and Mother of Dragons) con su excesivamente expresivo rostro logra ser más de lo que la fórmula del Chick flick permite, a pesar de que Louisa podría ser un dibujo animado, su interpretación no es cansada. Por otro lado, Sam Claflin, realiza un trabajo más profundo, la incapacidad de movimiento de su personaje, así como la falta de background del mismo, lo obligan a convencernos únicamente con sus gestos y actitud la credibilidad de Will, y vaya que lo logra.
Como dicta la tendencia, el soundtrack de la cinta (dirigida a un sector juvenil), se encuentra plagado de canciones dulzonas y artistas del momento, tal es el caso de Ed Sheeran quien con sus éxitos brinda lo más memorable de la banda sonora. Hay una secuencia en la cual Louisa y Will se encuentran en una boda y deciden que es buena idea bailar, a pesar de todo impedimento físico obvio a los ojos de cualquiera, el momento resulta enternecedor y digno de poner ojo Remi a varios, pero la melodía que los impulsa a moverse es Thinking out Loud del ya mencionado pelirrojo y cuando las primeras líneas de la canción suenan…bueno el chiste se cuenta sólo.
Lejos de ser la historia de amor ideal que el género suele prometer a sus seguidores, Me Before You muestra una historia de amor más marcada por la humanidad de sus personajes, una llena de limitantes, justo como el que vivimos los pobres mortales, del tipo que no triunfa al final de la manera esperada y es justo éste el mayor acierto de la cinta, no hay hipocresías ni traiciones en sus personajes, no hay contradicciones ni cambios mágicos. Los seres humanos tenemos convicciones y deseos y los de Louisa y Will se mantendrán durante toda la cinta.
Lo que pudo ser visto como un bucket list para un personaje en agonía es una lección para el otro sobre la necesidad de vivir al máximo cada instante de su día y de aprovechar las oportunidades que surgen en el camino. El mundo está a nuestros pies es cuestión de querer tomarlo.