“We came for a good time, not for a long time.”
Las vacaciones de verano han llegado a su fin y para muchos es tiempo de volver a la rutina. El regreso a clases es algo que a muchas personas desearían postergar eternamente, pues a quién no le gustaría disfrutar de una dosis eterna de tiempo libre para salir y disfrutar sin preocupaciones.
La escuela no es tan mala si lo pensamos con detenimiento, se trata de un lugar que alberga a un sinfín de personalidades con las que podemos compartir desde una breve charla hasta la más grande de las amistades. Muchas de las mejores experiencias en la vida de una persona se viven en ella y una gran cantidad de personas que nos acompañan por el resto de nuestras vidas también llegaron a nosotros mientras compartíamos banca en un salón de clases.
Amigos, enemigos, profesores irritantes y otros que cambian vidas son protagonistas de una de las etapas más divertidas del ser humano: la vida escolar. Con motivo del regreso a clase te presentamos 10 cintas que nos hacen recordar la maravillosa etapa que nos invita a volver a ser estudiantes.
Dewey Finn (Jack Black) es un guitarrista que detesta el sistema, solamente desea tocar rock con su banda. Su vida ideal se viene abajo cuando una serie de eventos desafortunados y la falta de dinero lo obligan a tomar un empleo como profesor suplente en una prestigiada escuela. Dewey no es la persona más responsable y no tiene idea de lo que conlleva ser un maestro, pero su actitud e interés por sus alumnos hacen que los niños disfruten cada clase mientras descubren y explotan nuevos talentos. Linklater muestra que muchas veces es necesario romper un poco las reglas para crecer mientras disfrutamos el camino.
El más exitoso grupo de porristas de la preparatoria se prepara para otro campeonato pero descubren que su exlíder robaba todas sus rutinas de una escuela sin muchas oportunidades de crecimiento. Triunfos Robados se gana las risas del espectador con divertidas secuencias coreográficas y momentos que harán que muchas personas recuerden su pasado escolar. Kristen Dunst entrega una de sus actuaciones más frescas y divertidas y junto con el baile de dedos mágicos son lo mejor del filme.
Una de las cintas de romance juvenil más recordadas por la generación ochentas-noventas es también una de las películas con temática escolar más populares de todos los tiempos. La forma en que dos inadaptados (cada uno a su forma) se enamoran en la preparatoria, gracias a un plan ajeno a ellos, es icónica. Es imposible olvidar la secuencia en la que Heath Ledger canta Can´t take my eyes off you en la cancha de fútbol de la escuela con la banda detrás de él o la escena en la que Julia Stiles lee el poema que le robo las lágrimas a más de uno.
El conflicto entre el realismo y el romanticismo en el salón de clases será explorado cuando un profesor de inglés llegue a dar clases a una prestigiosa escuela en la que la estructura y el orden imperan. Siempre habrá personas que marquen nuestras vidas de distintas formas y, en algunos casos, varias de esas personas suelen ser maestros, quienes a través de algunas palabras o confiando en sus alumnos logran dejar huella permanente en su desarrollo como seres humanos. Dead Poets Society nos presenta a un maestro que dota a sus alumnos de enseñanzas que van más allá de los libros de texto, los invita a salir de la rutina, a no conformase y a levantar la voz, su legado: carpe diem.
Un grupo de canto a capela (exclusivamente de mujeres) de la Universidad de Barden decide aceptar a cualquier persona interesada a falta de integrantes para su siguiente competencia. La comedia musical encuentra en Pitch Perfect un toque refrescante en el que el girl power predomina. La vida en el campus, así como pertenecer a un grupo representativo de la institución serán solamente el escenario para que las Barden Bellas muestren su talento cómico y vocal.
5 jóvenes, pertenecientes cada uno a los diferentes estereotipos clásicos de preparatoria, se conocerán en un día de castigo y descubrirán que por más diferentes que parezcan son más similares de lo que imaginan. Ninguna película ha logrado igualar las sensaciones que The Breakfast Club consiguió hace más de treinta años, un retrato de la juventud incomprendida que sigue siendo vigente, al igual que el discurso y los arquetipos que maneja. Las secuencias en las que cada uno de los castigados abre su corazón con sus compañeros dota a cada joven de una humanidad única que nos permite empatizar con cada uno de ellos. La musicalización de la cinta es fabulosa y el cierre con Don´t you (Forget about me) es la conclusión perfecta.
Una chica que ha estudiado en casa toda su vida se deberá enfrentar de lleno al mundo escolar cuando entre a una preparatoria estadounidense. El grupo protagonista de Mean Girls, Las Plásticas, el típico conjunto de chicas populares del colegio, preocupadas siempre por cómo vestirán y en los chismes más interesantes de sus compañeros. La película se ha convertido en referente obligado para toda una generación que ahora disfruta de vestir de rosa los miércoles.
Greg ha pasado su vida escolar en el anonimato, encontró la forma de estar bien con todos los grupos sociales de su escuela sin que se metan con él. Greg dice no tener amigos, solamente colegas, como Earl con quien hace divertidas parodias de filmes clásicos. Su estrategia será puesta en riesgo cuando Rachel llegue a su vida después de haber sido diagnosticada con cáncer. La cinta del mexicano Alfonso Gómez-Rejón posee un peculiar encanto que proviene de la gran adaptación de la novela homónima en la que se basa su película y en las actuaciones de sus protagonistas, especialmente la de Olivia Cooke. Me and Earl and the dying girl es un verdadero ensayo sobre la amistad en la etapa más conflictiva de la vida de una persona.
Max Fisher (un excelente Jason Schwartzman) es el líder de una gran cantidad de clubes escolares del prestigioso colegio Rushmore y es también uno de los peores estudiantes del mismo. Wes Anderson realiza una cinta en la que expresa todos los sentimientos que conlleva el ser joven, desde un amor no correspondido hasta el miedo que representa crecer. Wes Anderson entrega una historia, con su característico estilo, que brilla con cada elemento que el director cuida de manera simétrica. Bill Murray es la cereza del pastel con uno de sus mejores papeles.
La selección de baseball de un colegio se prepara para el regreso a clases, los días que vivirán en su nueva casa se encontrarán regidos por el descontrol y la libertad de vivir sin adultos que los supervisen. Con un cast conformado en 90% de hombres la fiesta que promete Linklater es bestial, cada uno de los jóvenes tiene algo en común con sus compañeros: son los más competitivos y están en busca de mujeres. Una de las mejores selecciones musicales del año nos acompaña mientras vemos como el carismático grupo se prepara para el regreso a clases. El guión brilla tanto como los actores, de los que destacan Tyler Hoechlin y Glen Powell. Everybody wants some!! Es una de las cintas más divertidas de la década y un clásico instantáneo.