I, Daniel Blake
La ganadora de la Palma de Oro del pasado Festival de Cannes es un golpe amargo de realidad que no se detiene para ver si te encuentras bien, no es condescendiente con el espectador y esa es justo su mejor característica.
Ken Loach dirige, la que sin duda es, su más poderosa cinta en años. I, Daniel Blake sigue los pasos de un hombre (cuyo nombre da título a la película) de edad avanzada en su búsqueda por conseguir que el gobierno le otorgue una pensión debido a que su estado de salud le imposibilita seguir trabajando.
Daniel Blake no corre con suerte, se enfrenta a los eternos trámites y desalmados empleados que al parecer han perdido todo rastro de humanidad y se han convertido en máquinas. El protagonista se verá forzado a adaptarse a un mundo que se niega a adaptarse a él y que encima le escupe en la cara cada que tiene oportunidad.
Loach retrata lo bajo de la sociedad, pero también capta los pequeños indicios de bondad que aún existen en el mundo. La película hace frente por la dignidad del ser humano que lentamente se ha ido perdiendo.
I, Daniel Blake es un discurso de furia, Ken Loach está enojado y sus palabras retumban en nuestros oídos mientras las imágenes se clavan como dagas en nuestros ojos. La realidad del relato crea proximidad con el espectador, cualquiera de nosotros podría o ha sido Daniel Blake.
Toni Erdmann
Un padre cree que su hija ha perdido el humor y que ha dejado de ser feliz, razón por la cual decide hacer una visita sorpresa y llenar sus días de absurdas bromas.
Todo lo que cualquier persona pueda o no decir de Toni Erdmann no le hará justicia a la impactante obra de Maren Ade. Toni Erdmann es una comedia sobre la vida misma, pero a la vez es un intenso drama que reflexiona sobre las razones de nuestra propia existencia, de nuestra propia felicidad.
Las casi tres horas de duración no son suficientes para querer abandonar la sala, al comenzar los créditos finales deseas que hubiera otras tres horas de metraje pues las primeras se han pasado como agua.
Es imposible dejar de reír con las ocurrencias del padre y su alter ego Toni Erdmann, cada minuto de la cinta es refrescante, las acciones que vemos en pantalla son espontáneas, nadie sabe en qué lugar terminarán inclusive sabiendo que viene después, siempre será una sorpresa.
Las poderosas actuaciones de los protagonistas nos mantienen atentos todo el tiempo, conjuntan a los espectadores en una única y sonora carcajada. Toni Erdmann deslumbra con un tercer acto emocional cuyos últimos 20 minutos pasarán a la historia como algo que debe ser preservado y apreciado para la eternidad, plus una de las secuencias musicales más espectaculares del año.
Toni Erdmann habla sobre la paternidad, habla sobre encontrarse a uno mismo, nos lanza preguntas todo el tiempo que nos cuestionan sobre nuestro actuar, sobre si realmente estamos viviendo. Como dije antes nada de lo que pueda yo decir le hace justicia a Toni Erdmann.
Nocturnal Animals
Tom Ford dirige Nocturnal Animals, una cinta sobre una mujer que recibe el más reciente libro de su ex esposo, quien le pide su aprobación y consejos antes de publicarlo. Ella se sumergirá en la ficción mientras se encuentra leyendo la obra y las líneas entre la realidad y la ficción se tornan borrosas.
Nocturnal Animals es sexy y calculadora, cada movimiento de la cámara de Ford tiene una intencionalidad clara, mueve su drama por los terrenos del thriller de manera eficaz y concreta, todo es frío como los sucesos que viven los personajes del libro que nos están contando.
Jake Gyllenhaal demuestra una vez más que es uno de los actores con mejor registro de nuestros tiempos, su interpretación logra transmitir toda la frustración de su personaje de una manera real y efectiva. Michael Shannon sigue con una racha ganadora de actuaciones, el histrión no puede dar una nota negativa y su presencia en la cinta es sin duda de gran importancia para mantener el filme a flote.
De igual forma Amy Adams sorprende con otra interpretación memorable. Aaron Taylor-Johnson es sin duda la más grata de las sorpresas del reparto, su actuación es intensa y formidable, sin duda está irreconocible.
Arrival
Denis Villeneuve se ha convertido en uno de los directores más interesantes de los últimos años, sus cintas tienen un sello característico que las distingue del resto, el gran ojo del autor es agudo y la claridad de sus ideas le permite articular discursos sólidos y contundentes.
Arrival narra la historia de la llegada de un grupo de extraterrestres a la Tierra, como es de esperarse los humanos intentan hacer contacto, razón por la cual seleccionan a una experta en lingüística para descifrar lo que los visitantes nos quieren decir.
Villeneuve demuestra que puede serle fiel a su esencia aún con grandes y costosas producciones, el director explora de manera formidable los terrenos de la ciencia ficción en la que sin duda es una de las cintas más representativas del género de los últimos tiempos.
Amy Adams da su mejor interpretación del año y eso es decir mucho tras su trabajo en Nocturnal Animals. La actriz tiene una habilidad fuera de serie para comprender a sus personajes y vivirlos de una manera especial y única. Jeremy Renner es su coprotagonista y el actor entrega una actuación sólida y llena de ternura que no se queda atrás del trabajo de Adams.
El trabajo de diseño de producción es impecable. El score es tremendo, verdaderamente alucinante, es envolvente, nos atrapa y juega con nosotros, nos lleva justamente a donde Villeneuve quiere que estemos.
Sully
El milagro en el Hudson que llevó a la fama al capitán de avión Sully se convierte en la más reciente cinta del director Clint Eastwood.
Eastwood vende su cinta como la historia jamás contada detrás de los eventos del milagro en el Hudson y es eso justamente lo que nos entrega. Nos adentramos en el aftermath del suceso en el que el capitán es cuestionado por sus decisiones, pese a que esas mismas elecciones fueron las que (¿spoiler?) salvaron a cada integrante del avión del que era responsable.
Tom Hanks se encarga de dar vida al protagonista y el actor hace gala de su talento al entregar una interpretación correcta, por momentos mesurada, pero efectiva.
El mayor logro de Sully recae directamente en Eastwood en una hora y media consigue hacer que todos comprendamos las dimensiones del accidente, inclusive las partes técnicas. No nos convierte en expertos, solamente expone de manera muy didáctica un suceso cuyas características son por demás complejas. Conocemos el desenlace pero aún así la tensión crece hacia la resolución del problema. Sully juega con decoro con la emoción, el suspenso y la narrativa.
La caja vacía
Claudia Sainte-Luce dirige su segundo largometraje La Caja Vacía y nos vuelve a entregar un relato sumamente personal cargado de emotividad y vida.
La cinta cuenta la historia de Toussaint, un hombre mayor que debido a sus condiciones de salud se ve forzado a recurrir a su hija Jazmín, con quien no tuvo una buena relación desde su infancia. Ambos son prácticamente extraños para el otro pero algo en sus adentros los hace aceptar esta nueva dinámica en sus vidas.
Sainte-Luce construye personajes muy particulares que atacan a problemáticas muy generales, pero que nunca pierdes sus propias peculiaridades. Toussaint nunca ha podido echar raíces en un solo lugar, se siente ajeno incluso estando en su casa, las pocas memorias que conserva están revueltas, son un rompecabezas esperando ser ensamblado para dar un poco de sentido a su vida.
Jazmín ve en su padre una carga, le tiene un intenso rencor por el abandono y los malos raros de su infancia, pero también hay en ella bondad y cariño por esa persona, ve, muy a sus adentros, la oportunidad de comenzar de cero, la oportunidad de perdonar.
Los personajes no son muy distintos el uno del otro realmente y a medida que comprenden sus semejanzas comienzan a compartir un nuevo vínculo que dará sentido al viaje que están realizando.
Queen of Katwe
No muchas personas hubieran apostado por realizar una cinta sobre una niña de Uganda, cuyas oportunidades eran limitadas, que se convierte en una gran jugadora de ajedrez. La parte inspiracional que puede despertar es palpable, pero arriesgarse con una historia sobre gente que juega ajedrez no parecía una opción ganadora.
Disney fue la casa productora que tomo el riesgo y entrega una película entretenida y con mucho corazón. Mira Nair dirige Queen of Katwe y lo hace de una manera entretenida y real. Nos muestra el contexto que rodea a la protagonista y al grupo de underdogs que están determinados a salir adelante.
La cinta tenía muchas opciones para jugar fácil y seguro, pero decide tomar decisiones arriesgadas que dan frutos. En lugar de obtener la clásica historia que hace que uno sienta lástima por las desgracias de los protagonistas, pinta su realidad tal cual es, dura sí, pero también colorida.
Apuesta por mover sus fichas de manera sutil dejando ver los pequeños detalles, mismos que hacen que Queen of Katwe luzca con cada cuadro. Todo el cast fue atinado y entregan interpretaciones muy correctas a lo que la cinta demanda de ellos.
Disney no da paso sin huarache, sus elecciones de proyectos son calculadas y brillantemente bien trabajadas. El estudio ha tomado las decisiones correctas en los últimos años y de verdad espero continúen por ese mismo sendero.
Loving
La segunda cinta del año que dirige el director Jeff Nichols y se centra en la historia real de Richard y Mildred Loving, un matrimonio interracial que vive en Virginia en 1958.
La pareja se encontraba rompiendo la ley del estado que no permitía que personas de diferente color contrajeran matrimonio y mucho menos que tuvieran hijos. La pareja se verá forzada a abandonar la vida como la conocen con tal de defender su amor y de buscar la forma de continuar juntos a toda costa.
El ritmo de Loving comienza lento, pero una vez que las piezas han sido colocadas en el tablero todo empieza a tomar el lugar que necesita. Nichols se entrega por completo a una historia indignante, que sigue vigente aunque con diferentes actores involucrados. El director muestra una evolución constante en su filmografía y Loving sin duda supone un salto de madurez impresionante en su trabajo.
Loving no juega seguro, no manipula emociones (a pesar de tener la oportunidad) muestra la belleza de la naturaleza a la vez que enseña la fealdad de la humanidad, apuesta por el amor y por el sentimiento y es justamente lo que gana al final.
Hands of Stone
La historia del ídolo del boxeo panameño Roberto Durán y su camino al éxito es llevada a la pantalla grande por el director Jonathan Jakubowicz y protagonizada por el gran actor venezolano Edgar Ramírez.
Hands of Stone se centra en la relación de Durán y su entrenado Ray Arcel, nos adentra en el contexto social y político que marcó tan fuertemente la vida del boxeador y mezcla los conflictos entre E.U.A. y Panamá por el canal construido en el país latinoamericano.
La cinta logra capturar el ambiente y la tensión del momento y al mismo tiempo nos sumerge con la explosiva personalidad de Durán. Hands of Stone fue realizada por un equipo internacional, en su mayoría latinoamericanos, que enriquecen a la película y la hacen sentir de casa. Es fácil empatizar con los sucesos y los personajes porque son caras que vemos en el día a día, compartimos ídolos, compartimos opresores, compartimos vida.
Las secuencias de box fueron filmadas de una manera extraordinaria, capturan la tensión y los cortes elevan la adrenalina que sentimos al incitar junto con las masas a que el boxeador nos regale un knockout.
Edgar Ramírez es el corazón de Hands of Stone su preparación física es simplemente imponente, el actor se rinde ante el personaje y deja que el último se apropie de él. El acento, sus movimientos y su personalidad nos atrapan desde el primer minuto. Ramírez es un actor de basto talento, eso nos queda claro, pero con cada cinta que realiza el venezolano se consolida como una de la figuras latinoamericanas más influyentes en el medio.
Hands of Stone es una fiesta, la música y los colores nos invitan a unirnos a la celebración de un grande del deporte y lo hacemos con gusto.
A Monster Calls
Juan Antonio Bayona se ha caracterizado por entregar películas deslumbrantes y emocionales, el director sabe cómo trabajar con materiales densos que amenazan con romper a más de uno.
A Monster Calls nos lleva a conocer a un niño que debe lidiar con la enfermedad terminal de su madre, un padre ausente y dificultades con sus compañeros de clase, todos sienten lástima por él, no saben cómo acercársele, sus acciones no trascienden, es como si fuera invisible.
Eugenio Caballero es el encargado de realizar el diseño de producción de la película y vaya que hace un excelente trabajo. A Monster Calls es visualmente impactante y deslumbrante, deja maravillada la vista con cuadro que vemos en pantalla.
La narrativa lidia directamente con el tema central de la pérdida de un ser querido de una manera avasalladora, todos sabemos a dónde se dirige el vehículo en el que nos encontramos, pero tal vez nos negamos a aceptarlo, tal vez también queremos ser invisibles para que nada de eso nos pueda afectar.
Bayona dirige con maestría a sus actores y exprime cada sentimiento al máximo para que cuando el ansiado clímax llegue todos estemos preparados para experimentar el poderío emocional que se comenzó a construir desde el minuto uno.
A Monster Calls explora en nuestros adentros y nos obliga a confrontar nuestros más profundos miedos para poder seguir adelante. Es un ejercicio que nos enfrenta a lo que no queremos ver, uno que nos rompe en mil pedazos.