“So you’re telling me you made a porno where the plot is the point?”
Los Ángeles en los años 70s, una ciudad llena de luces neón, fiestas, drogas y sexo. El lugar perfecto para vivir *suspiro*. Las calles que ofrecen sorpresas en cada esquina serán el escenario principal para resolver una serie de crímenes, misterios y desapariciones.
El director y guionista Shane Black presenta su más reciente trabajo The Nice Guys (en México “Dos tipos peligrosos” o_O) una comedia negra que rescata elementos clásicos del cine negro setentero y las comedias ochenteras combinado con impresionantes secuencias de acción.
La cinta es prologada a través del asesinato de una actriz porno, que cae por un acantilado con su auto atravesando árboles y viviendas sin discriminar. Dicho suceso aunado a la búsqueda de una joven llamada Amelia se convertirán en el vínculo que junten al investigador privado Holland March (Ryan Gosling) y a Jackson Healy (Russell Crowe) un hombre, que en sus palabras, recibe dinero por golpear a otros. Ambos deberán unir esfuerzos para resolver el caso bajo una neblina de contaminación, violencia y pornografía.
Después de escribir estupendos guiónes como Lethal Weapon (1987) o The Last Boy Scout (1991) y de dirigir la grandiosa Kiss Kiss Bang Bang (2005) Balck dirigió Iron Man 3 (2013) una cinta que se alejaba de la clásica temática que regía su trabajo anterior, pero The Nice Guys marca un triunfal regreso del director a sus orígenes.
El OST eléctrico combinado con música disco ambienta fabulosamente las aventuras del equipo de investigadores que nos transportan a la época en la que la película se encuentra situada. Escuchar a Earth, Wind & Fire y ver a la gente bailar al ritmo de September o Boogie Wonderland en una fiesta repleta de mujeres desnudas y en la que el alcohol es gratis refleja perfectamente los excesos de una ciudad que no se encuentra regida por ningún tipo de ley.
Descubrimos hace unos años que Russell Crowe no era la mejor elección para un musical (verdad Javert) y la misma premisa pudo haber cruzado la cabeza de muchos al ver que fue seleccionado para protagonizar una comedia, pues su áspero e inquebrantable rostro no es lo primero en lo que pensamos cuando buscamos reír. La idea no podía ser más errónea, Crowe entrega una divertida interpretación de un personaje tosco. A través de la violencia física el actor provoca más de una carcajada a lo largo de la cinta.
Lo más grato que ofrece The Nice Guys es sin duda Ryan Gosling. El actor ya había probado sus habilidades cómicas en Crazy, Stupid, Love (2011) con resultados formidables, pero lo que hace bajo la dirección de Black es avasallador. Cada ocasión que Baby Goose aparece en la pantalla algo excepcional ocurre. Gosling roba cada cuadro en el que aparece con sus bromas de Hitler o sus pocas habilidades como padre. El torpe personaje que interpreta es el antihéroe perfecto, uno que tiene la habilidad de no ser destruido con nada, de encontrar pistas sin buscarlas y de matarnos de risa cada vez que abre la boca.
La historia se va enredando a mediad que avanza, los problemas se complican y en gran medida es por debido a las pocas aptitudes de los protagonistas, todas las situaciones van siendo una reacción en cadena que nunca se siente cansada y jamás pierde coherencia. La dupla Crowe–Gosling es explosiva, ambos actores se acoplan de manera natural al otro y su trabajo fluye con un dinamismo que envolvente y fascinante.
Dentro de todos los gags y misterios que ocurren en The Nice Guys, Black muestra un mundo lleno de perversiones en el que es normal que los niños porten armas y veamos con total naturalidad su presencia en fiestas para adultos. Se trata de una visión en la que los vicios han consumido a toda una ciudad y han acabado con todo rastro de inocencia que pudo haber existido.
Los fallos que pudieran existir en la estructura de la cinta, así como en su entramado son fácilmente dejados de lado gracias a las fabulosas actuaciones y a que es difícil pensar en otras cosas cuando uno se está divirtiendo de una manera brutal. The Nice Guys es tan consciente de su situación y de los sucesos a los cuales hace burla que se concentra en brindarnos el mejor rato posible y eso es lo que más podemos agradecer como espectadores.